Lo increíble de todo el asunto no es que el señor en cuestión mintiera de esa forma, sino que la forma en la que lo decía era tan seria que había un punto en el que ya no sabíamos qué era verdad y que no (creo que se inspiraron un poquito en él para hacer la serie "Forever"). Lo que si se hasta el día de hoy es que nos enseñó la materia de una manera diferente, abierta y soñadora, por lo cual no me extrañó cuando dijo que el tópico del segundo trimestre del año sería: el amor.
Hace tiempo, cuando todavía iba al colegio, tenía a un profesor de literatura muy particular. Se hacía llamar Sachif Semerene (a pesar que su nombre era Ricardo Sayalero), decía que había conocido a Jesús, y que su vida nunca se terminaba, la razón era que había nacido en un año biciesto hace cientos de años y por ende su envejecimiento era mucho más lento.
Lo increíble de todo el asunto no es que el señor en cuestión mintiera de esa forma, sino que la forma en la que lo decía era tan seria que había un punto en el que ya no sabíamos qué era verdad y que no (creo que se inspiraron un poquito en él para hacer la serie "Forever"). Lo que si se hasta el día de hoy es que nos enseñó la materia de una manera diferente, abierta y soñadora, por lo cual no me extrañó cuando dijo que el tópico del segundo trimestre del año sería: el amor.
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El domingo 23 de noviembre ocurrió algo que vale la pena ser mencionado en la reflexión de esta semana: Un grupo de manifestantes, con sus caras tapadas con máscaras, empezaron a causar disturbios frente a la plaza Francia de Altamira, en dónde se estaba realizando el cierre del Festival de Lectura. Dicha manifestación causó mucha polémica en las redes sociales, debido a que los susodichos obstruyeron el tráfico de los vehículos, y la guardia nacional tuvo que hacer acto de presencia para disipar la protesta, lo que causó por supuesto un final inesperado a dicho festival. La gente huyó y muchos puestos cerraron, cabe a destacar que muchos estaban asustados. Ahora bien, volviendo al tema de las redes sociales, el conocido Leonardo Padrón posteó el siguiente tweet en su cuenta: “La protesta realizada en la Plaza Altamira, arruinando el cierre del Festival de Lectura, es un ejercicio de soberana estupidez.”, lo cual empezó, casi de manera inmediata, a generar respuestas por parte de las personas, tanto en su contra como de manera de apoyo. Muchas otras personas manifestaron en sus cuentas su opinión sobre aquella protesta, que se hacía llamar “La marcha de las mil máscaras” conformada por apenas un grupo de no más de veinte. En la vida hay que tener un norte, no hace falta que ese norte esté plasmado de aquí a diez años, puede ser de aquí a uno, de aquí a un mes, incluso de aquí a una hora, y esa feria de Lectura tenía el norte bien claro: ofrecerle a los caraqueños la oportunidad de ampliar sus conocimientos o sus maneras de entretenerse mediante la compra de un libro que les llame la atención, y de ver y participar en las actividades, charlas y conciertos que se realizaron durante ese período de tiempo. Su norte era ofrecer un espacio de libertad mediante los libros, porque el conocimiento que adquirimos mediante ellos nos hace libres, y lo logró, al usar las herramientas y medios correctos. Ahora ¿Cuál era el norte de “la marcha de las mil máscaras”? ¿Lograron algo? Mariana Betancourt Castro Aproximadamente once es el número de horas que las personas esperan en cola frente a las tiendas Zara de diversas partes de caracas; al enterarse de que la mercancía había vuelto luego de casi cinco meses de inactividad y ,esta vez, a “precios justos”. Luego de que el presidente Maduro declarase el “plan navidades felices”, este fue el siguiente paso a dar, para mostrarle al pueblo que si se llevaría a cabo, pero no es tan maravilloso como parece. Además del número irracional de horas a esperar, hay otra serie de requisitos que se piden: llegar sumamente temprano (a las cinco de la mañana o antes) para anotarse en una lista con nombre, apellido y CI, al momento de la compra sólo se pueden llevar cinco artículos por persona y, cómo última condición, no volver al establecimiento en un mes, porque ya la cédula queda registrada. Es decir, 11 horas de cola, perdiendo un día laboral completo, para comprarse cinco cosas cuyos precios más baratos van desde los 1500 a los 3000 bolívares, y que además lo acepten con júbilo, aplausos y risas. Definitivamente no es la chinkunguya, que ya se ha cobrado la vida de varios y ha arremetido con la salud de muchos conocidos dejando remansos de dolor en los músculos y articulaciones, la peor enfermedad que ha atacado a nuestra sociedad venezolana estos últimos meses, sino el conformismo, la falta de visión, el poco cariño que se tienen a ellos mismos considerando que las pocas migajas que les lanzan es lo que merecen. Definitivamente Simón Bolívar tenía razón al decir que “Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”. Mariana Betancourt Castro ¿Recuerdan el cuento del caballero Gallahad, la bruja y el Rey Arturo? Pues no nos pusieron a escuchar ese cuento de gratis, la cosa es que nos mandaron a hacer un cuestionario. El cual hice con muchísimo gusto porque el cuento me fascinó, las preguntas fueron para la clase de ética y las respondí tomando en cuenta los aspectos vistos en clase, pero también mi cariño por la historia que cautivó mi corazón: El día miércoles 12 de noviembre se presentó en la Universidad Monteávila Cenova Casas, quién con su charla “Los nuevos desafíos del periodista” cuyo objetivo era mostrar como el periodismo, haciendo énfasis en el diario El Nacional, se sigue manteniendo en pie sin importar las dificultades, asumiendo nuevos retos y tal como dijo ella “buscar la verdad y contarla”.En la actualidad, las redes sociales proporcionan la noticia como tal al momento o pocos instantes después, y ya no se puede esperar al día siguiente para lanzar el conocido tubazo. Ha sido difícil para los medios tradicionales adaptarse, pero para aquellos que pudieron hacerlo, llegaron a la conclusión de que ahora los periódicos impresos no se encargan tanto de mostrar las primicias, sino de analizarlas y darles el valor correspondiente para sus lectores, así pues el periodismo de investigación ha adquirido un gran peso en estos días.
Así como el periódico impreso debe ser dedicado al análisis, también se debe lidiar con la cantidad de plataformas web que hay que tener si se quiere dar a conocer el alcance del medio, y facilitar la llegada de la información a aquellos que la necesitan y saben dónde buscar; más aún cuando ya es más solicitado el contenido audio visual, que es mucho más sencillo y efectivo a la hora de compartir una primicia. Puede que la tecnología avance y las maneras de contar la noticia vayan evolucionando o cambiando, y que los códigos de ética deban actualizarse, pero el arte del buen periodismo nunca debe perderse, se debe rechazar rotundamente la censura o auto censura, buscar siempre la verdad y proporcionar un espacio de libre opinión y esperanza. Mariana Betancourt Castro. Hoy es 9 de noviembre y se ha cumplido un año del famoso “Dakazo”. Para los que no lo recuerden o simplemente no tengan el conocimiento, en esa fecha el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, hizo hincapié en la nueva ley del momento: la de los precios justos. El término “justicia” está muy mal utilizado en estos días, ya que uno de los primeros conocimientos universitarios que debe tener cualquier persona es que “no todo lo justo es igual y no todo lo igual es justo” así pues, Maduro declaró que “todos los anaqueles debían quedar vacíos” ¿Cuál fue la consecuencia de sus palabras? Un saqueo masivo en el cual el pueblo se llevó televisores, laptops y demás electrodomésticos. Fue una tragedia para los vendedores, que aún hasta el día de hoy no se han logrado recuperar del todo, y ahora viene nada más y nada menos que “El plan navidades felices” que consiste en utilizar la misma estrategia de los precios justos para alimentos, textiles, juguetes, calzado, electrodomésticos y artículos de ferreterías.Las fechas están pautadas desde el primero de noviembre hasta el 24 de diciembre y se hará uso del famoso sistema biométrico para “regular las compras y que todo alcance para todos”. A todo esto mi humilde pregunta es ¿Hasta cuándo? Es decir ¿Qué son los precios justos cuando la inflación está por los cielos e hicieron un microscópico aumento de 15% del salario mínimo? ¿De qué sirve el sistema biométrico cuando todos se ven en la necesidad de volver varias veces a la semana al mercado para comprar los mismos artículos porque, ora no estaban la primera vez que fueron o porque estaban regulados a uno o dos por persona? ¿Para qué crear un plan de “Navidades felices” cuando ya de por si esa fecha se supone que debería ser así? ¿Hasta cuándo van a seguir rindiéndole culto a una persona que ya no está, aceptando y tragando todos los maltratos e injusticias que se cometen contra ellos? ¿Por qué conformarse con tener patria cuándo podríamos tener vida? Mariana Betancourt Castro
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Una entrada a mi menteEn este espacio me dedico a escribir cuentos, cosas que me pasan, que pienso o que me interesan, hacer reseñas y recomendar películas o canciones. Sígueme :DArchives
Febrero 2015
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