Las mejores conversaciones surgen sin ser planeadas, los mejores días ocurren cuando menos te lo esperas y sin planearlos en absoluto. Usualmente yo soy una persona que tiende a planear meticulosamente las cosas para que no me salgan mal, ya que eso me genera un estrés bastante grande y honestamente no me gusta tener esa sensación en el pecho, pero quien diría que un día tan lluvioso como el de hoy resultara siendo uno de los mejores que he vivido de un tiempo para acá, a pesar del frío fue increíblemente cálido y a pesar de la lluvia fue excesivamente divertido, ya que cuando se disfruta de la buena compañía, hablar es una manera bárbara de entretenerse, ya que en efecto, conversar es tan ameno que al menos yo puedo hacerlo por horas, sin agotarse los temas de conversación, experimenté sensaciones nuevas en mi interior al ver su cara de concentración al tocar la guitarra, al observar las expresiones de su rostro cuando le di a escuchar mi música, al observar como sonreía mientras leía un libro que le recomendé en la biblioteca. Cosas que quizás no fuesen tan positivas como mojarse hasta el alma en un torrencial palo de agua se hicieron divertidas gracias al hecho de que nunca me había pasado en compañía de D, lo cual me hacía reír a carcajadas (claro, que también reía para evitar temblar del frío que tenía) almorzar muy tarde y reír por ciertas cosas que pasaron en ese establecimiento de comida en una oportunidad en la que no pude compartir con él, hasta caminar un trecho largo acompañada de D fue increíble, al igual que conversar hasta el último minuto posible.
Luego de eso en el trayecto a casa, es inexplicable la cantidad de sentimientos que puede originar escuchar una canción vieja y asociarla con algo, aunque la letra no tenga nada que ver con los recuerdos por los cuales yo atesoro esa canción, conversar sobre lo mucho que le hubiese gustado D al abuelo y de cómo me cuesta conversar con algunas personas, ya que aunque no lo parezca, yo soy bastante selectiva, y veo bien a quien contarle las cosas, mamá es una de esas personas a las cuales le puedo contar la mayoría de las cosas que me pasan y fue agradable poder por fin sonreír y decirle lo bien que me siento, lo mucho que lo quiero y entre lágrimas de felicidad escuchar de sus labios lo que tanto costó que saliera de los míos: Estás enamorada
Mariana Betancourt Castro
Luego de eso en el trayecto a casa, es inexplicable la cantidad de sentimientos que puede originar escuchar una canción vieja y asociarla con algo, aunque la letra no tenga nada que ver con los recuerdos por los cuales yo atesoro esa canción, conversar sobre lo mucho que le hubiese gustado D al abuelo y de cómo me cuesta conversar con algunas personas, ya que aunque no lo parezca, yo soy bastante selectiva, y veo bien a quien contarle las cosas, mamá es una de esas personas a las cuales le puedo contar la mayoría de las cosas que me pasan y fue agradable poder por fin sonreír y decirle lo bien que me siento, lo mucho que lo quiero y entre lágrimas de felicidad escuchar de sus labios lo que tanto costó que saliera de los míos: Estás enamorada
Mariana Betancourt Castro