Esta mañana me levanté temprano luego de una buena y reparadora noche de sueño que me hubiese gustado que durara hasta semana santa. Ayudé a mamá con el desayuno mientras disfrutaba de su compañía, bajé a pasear a mi Mulan, luego desayunamos y nos fuimos, mi papá me llevó a la universidad, para nada porque la irritante y pequeña profesora no estaba impartiendo clases, sino simplemente solventando dudas sobre un trabajo que ya entregué. Decidí no perder más tiempo con eso y me fui a la casa de mi abuela, en dónde apenas puse un pie en ella , la abuela me preguntó sin preámbulos: ¿Tu has llorado? Es que tienes ojos de haber estado llorando.
Obviamente me agarró fuera de base, tartamudeé un poco diciéndole que estaba muy cansada, que esto, que lo otro, pero se que en el fondo no me creyó ni jota, y no la culpo, si yo tuviese ese poder tan especial de leer el alma de la gente, tampoco creería jota de las excusas mediocres que me den para ocultar el dolor y la angustia que llevan por dentro.
Hice ejercicio, luego de haber comido pura pizza y pasta todo el fin de semana me agradó mucho poder hacerlo aunque me haya costado, luego hice mi trabajo, escribí una pequeña reseña de un libro y terminé mi parte de la presentación de historia que tenemos que exponer el jueves, fue sorprendente en realidad poder realizar todo ese montón de tareas que me estaban causando ansiedad ayer y aún así tener tiempo para ver How I Met Your Mother (otra vez)
Igual mi humor no es bueno, veo mi corcho y se que mañana tendré que actualizarlo, guardar algunas fotos en el baúl de los recuerdos y no volverlas a ver por unos meses, tener a mano todos los dulces que he ido guardando en mi closet para un momento de emergencia, y pensar en con qué película y música me torturaré por el resto de la semana.
Quisiera que fuera el día después de mañana y ya.
Mariana Betancourt Castro
Obviamente me agarró fuera de base, tartamudeé un poco diciéndole que estaba muy cansada, que esto, que lo otro, pero se que en el fondo no me creyó ni jota, y no la culpo, si yo tuviese ese poder tan especial de leer el alma de la gente, tampoco creería jota de las excusas mediocres que me den para ocultar el dolor y la angustia que llevan por dentro.
Hice ejercicio, luego de haber comido pura pizza y pasta todo el fin de semana me agradó mucho poder hacerlo aunque me haya costado, luego hice mi trabajo, escribí una pequeña reseña de un libro y terminé mi parte de la presentación de historia que tenemos que exponer el jueves, fue sorprendente en realidad poder realizar todo ese montón de tareas que me estaban causando ansiedad ayer y aún así tener tiempo para ver How I Met Your Mother (otra vez)
Igual mi humor no es bueno, veo mi corcho y se que mañana tendré que actualizarlo, guardar algunas fotos en el baúl de los recuerdos y no volverlas a ver por unos meses, tener a mano todos los dulces que he ido guardando en mi closet para un momento de emergencia, y pensar en con qué película y música me torturaré por el resto de la semana.
Quisiera que fuera el día después de mañana y ya.
Mariana Betancourt Castro