Long story short:
Fui a la universidad. Hoy, tal como comenté en el post de ayer, Tina se retiró de la universidad, por lo cual la acompañamos, hablamos un rato, bromeamos y nos tomamos esta linda foto. Es en verdad necesario que nos volvamos a ver, de verdad tenemos que volver a salir antes de que se vaya y hacerle una despedida muy chévere.
Se me arruga demasiado el corazón del sólo pensarlo.
Después de clases me fui a casa de mi amiga Fefy, no me da pena decir que adoro estar en su casa, su familia es muy atenta y cariñosa conmigo y debo aclarar que Fefy es una de las personas que más quiero, somos un gran equipo al momento de trabajar y es una amiga inolvidable, en verdad, me es imposible no tenerle un gran cariño. Comimos un almuerzo delicioso que nos preparó su mamá y luego de descansar un rato abordamos la misión del día: estudiar historia.
Se supone que el parcial era en diciembre, pero decidimos moverlo para enero con la excusa de que íbamos a estudiar más...si claro.
Así que nos pusimos a resumir ese montón de contenido, pero es imposible no irse por las ramas, porque en verdad ¡La historia es demasiado cíclica!
Habían momentos en los que pasábamos de hablar de la situación en ese entonces en Europa a hablar del país, que cada día está más miserable y que cada día es más difícil vivir ¿Pueden creer que ahora para ir a hacer mercado te van a asignar un día dependiendo de tu número de CI? ¿Qué clase de miseria es esa? Y lo más sorprendente es que hay gente que lo aplaude y se enorgullece de ese montón de decisiones desesperadas, que sólo evidencian la incapacidad de los gobernantes de turno. En fin, ya me envenené.
Estudiamos toda la tarde, entre distracción y distracción pudimos terminar. Eran necesarios esos momentos de receso, porque era demasiado contenido, demasiados años que vimos en una sola sentada (desde un poquito antes de la primera guerra, hasta finales de la segunda, haciendo énfasis en las historias de ciertos países o personajes en específico)
Y cabe a destacar que aún nos falta complementar ese hermoso resumen con un libro que nos mandaron a leer.
Así que, cómo se podrán imaginar, estoy completamente agotada, publico esto y me acuesto a dormir. No quiero hablar con nadie, ni siquiera con D.
Especialmente con D, ahora que lo pienso, estoy enojada con él y sus ataques de niñito rebelde. Ahora y que se quiere dejar el pelo largo, y le he repetido cientos de veces de una forma muy educada que no le queda bien. Pero supongo que no quiere terminar de entender que se ve como un recogelatas con un lambido de vaca en la cabeza.
¿Es que acaso ya le importo tan poco como para que pierda las ganas de seguirse viendo bien frente a mi? ¿Acaso no le importa tener presencia?
Me estoy cansando.
O puede que esté demasiado envenenada y cargada.
Mariana Betancourt Castro.
Fui a la universidad. Hoy, tal como comenté en el post de ayer, Tina se retiró de la universidad, por lo cual la acompañamos, hablamos un rato, bromeamos y nos tomamos esta linda foto. Es en verdad necesario que nos volvamos a ver, de verdad tenemos que volver a salir antes de que se vaya y hacerle una despedida muy chévere.
Se me arruga demasiado el corazón del sólo pensarlo.
Después de clases me fui a casa de mi amiga Fefy, no me da pena decir que adoro estar en su casa, su familia es muy atenta y cariñosa conmigo y debo aclarar que Fefy es una de las personas que más quiero, somos un gran equipo al momento de trabajar y es una amiga inolvidable, en verdad, me es imposible no tenerle un gran cariño. Comimos un almuerzo delicioso que nos preparó su mamá y luego de descansar un rato abordamos la misión del día: estudiar historia.
Se supone que el parcial era en diciembre, pero decidimos moverlo para enero con la excusa de que íbamos a estudiar más...si claro.
Así que nos pusimos a resumir ese montón de contenido, pero es imposible no irse por las ramas, porque en verdad ¡La historia es demasiado cíclica!
Habían momentos en los que pasábamos de hablar de la situación en ese entonces en Europa a hablar del país, que cada día está más miserable y que cada día es más difícil vivir ¿Pueden creer que ahora para ir a hacer mercado te van a asignar un día dependiendo de tu número de CI? ¿Qué clase de miseria es esa? Y lo más sorprendente es que hay gente que lo aplaude y se enorgullece de ese montón de decisiones desesperadas, que sólo evidencian la incapacidad de los gobernantes de turno. En fin, ya me envenené.
Estudiamos toda la tarde, entre distracción y distracción pudimos terminar. Eran necesarios esos momentos de receso, porque era demasiado contenido, demasiados años que vimos en una sola sentada (desde un poquito antes de la primera guerra, hasta finales de la segunda, haciendo énfasis en las historias de ciertos países o personajes en específico)
Y cabe a destacar que aún nos falta complementar ese hermoso resumen con un libro que nos mandaron a leer.
Así que, cómo se podrán imaginar, estoy completamente agotada, publico esto y me acuesto a dormir. No quiero hablar con nadie, ni siquiera con D.
Especialmente con D, ahora que lo pienso, estoy enojada con él y sus ataques de niñito rebelde. Ahora y que se quiere dejar el pelo largo, y le he repetido cientos de veces de una forma muy educada que no le queda bien. Pero supongo que no quiere terminar de entender que se ve como un recogelatas con un lambido de vaca en la cabeza.
¿Es que acaso ya le importo tan poco como para que pierda las ganas de seguirse viendo bien frente a mi? ¿Acaso no le importa tener presencia?
Me estoy cansando.
O puede que esté demasiado envenenada y cargada.
Mariana Betancourt Castro.