¿Cuál es uno de sus primeros recuerdos? El mío (que particularmente era una adicta a la tv) es estar frente al gran televisor de la casa de mi abuela viendo “Aventuras en pañales” o mejor conocidos como “Los Rugrats”.
¿Quién no recuerda los rugrats? Esas lindas aventuras que vivían ese grupo de pequeños amigos conformados por Tommy, Carlitos, Phil, Lily y la chillona y mandona prima Angélica, quienes acompañaron nuestras tardes demostrando que no hace falta ser grande ni ir mucho más allá del patio de tu casa para vivir grandes experiencias con nuestros amigos. Claro, conforme pasaba el tiempo y la popularidad del show crecía fueron agregando a nuevos personajes, tales como Susy, Dil y Kimi, quienes terminaron formando parte de nuestro corazón como los primeros cinco, al mismo tiempo en el que cada vez se fueron alejando más del patio de su casa, pero las increíbles vivencias acompañadas con la inocencia son las que le añaden dulzura y alegría a la serie.
Como mencioné anteriormente, no se en que punto de mi vida la empecé a ver, pero si aún la trasmitieran por la tv, pararía todo lo que estuviese haciendo cada tarde para verlo, sea tarea, trabajo, ejercicio, lo que sea; porque en el momento en el que esa canción inicial (que está sonando en tu mente en este momento) empieza a la par que el programa da inicio, es imposible prestarle atención a algo más.
Mariana Betancourt Castro
¿Quién no recuerda los rugrats? Esas lindas aventuras que vivían ese grupo de pequeños amigos conformados por Tommy, Carlitos, Phil, Lily y la chillona y mandona prima Angélica, quienes acompañaron nuestras tardes demostrando que no hace falta ser grande ni ir mucho más allá del patio de tu casa para vivir grandes experiencias con nuestros amigos. Claro, conforme pasaba el tiempo y la popularidad del show crecía fueron agregando a nuevos personajes, tales como Susy, Dil y Kimi, quienes terminaron formando parte de nuestro corazón como los primeros cinco, al mismo tiempo en el que cada vez se fueron alejando más del patio de su casa, pero las increíbles vivencias acompañadas con la inocencia son las que le añaden dulzura y alegría a la serie.
Como mencioné anteriormente, no se en que punto de mi vida la empecé a ver, pero si aún la trasmitieran por la tv, pararía todo lo que estuviese haciendo cada tarde para verlo, sea tarea, trabajo, ejercicio, lo que sea; porque en el momento en el que esa canción inicial (que está sonando en tu mente en este momento) empieza a la par que el programa da inicio, es imposible prestarle atención a algo más.
Mariana Betancourt Castro