Luego de una salida muy animada, cargada de emociones, es necesario tomarse un café después, no por el hecho de tomar el café como tal, sino porque, al sentarse al final de la tarde a beber o comer, uno empieza a tocar temas sensibles, del pasado, presente y futuro que no salieron a acotación anteriormente en la salida ya que simplemente la situación no lo meritaba, hay un momento para todo y cuando las oportunidades se presentan, hay que aprovecharlas para hablar y contar todo lo que puedas, quizás así las personas que comparten ese momento contigo te lleguen a conocer mejor, quizás así logres quitarte un enorme peso de encima, quizás aquellas personas que creían que te conocían vean que en ti hay algo más que una cara feliz todo el tiempo. Sea cual sea la situación: nunca hay que dejar escapar ese rato para “tomar café”
Mariana Betancourt Castro.
Mariana Betancourt Castro.