Cada persona es un mundo.
En cada mundo se desarrollan diferentes acontecimientos, pero lo más común es que siempre exista un conflicto, puesto que los momentos de paz siempre terminan precediendo una tormenta, o son una recompensa muy breve para lo que algunos han pasado.
En el caso de M las cosas presentan un panorama muy extraño, no es el peor, pero tampoco se podría decir que el mejor, quizás fuese el más común de todos, pero tal como dije anteriormente: cada persona es un mundo.
En cada mundo se desarrollan diferentes acontecimientos, pero lo más común es que siempre exista un conflicto, puesto que los momentos de paz siempre terminan precediendo una tormenta, o son una recompensa muy breve para lo que algunos han pasado.
En el caso de M las cosas presentan un panorama muy extraño, no es el peor, pero tampoco se podría decir que el mejor, quizás fuese el más común de todos, pero tal como dije anteriormente: cada persona es un mundo.
La personalidad de M casi siempre estuvo liderada por Esperanza, un ser luminoso e inocente, encargada de brindar amor, confianza y lealtad. Esperanza se ha dividido en varias, abarcando cada una un aspecto de la vida de M: familia, amigos, hobbies, etc. Pero aquella que siempre tuvo más poder fue la esperanza romántica, aquella que hacía a M una chica extremadamente sentimental y soñadora.
Pese a los grandes obstáculos puestos por la misma mente de M, tales como inseguridades y miedos hacia su persona, ha logrado aceptarse como es, y aceptar que cada día tiene que ir creciendo, y que eso puede conllevar problemas y pruebas que está dispuesta a afrontar. Pero hace algunos años, cuando este rasgo de la personalidad de M no estaba tan bien desarrollado, Esperanza sufrió un golpe fulminante, estuvo a punto de ser mortal, y fue lanzada a lo profundo de un abismo de piedra negra y fría, del cual le costó inmensamente salir, y no lo hubiese logrado sin la ayuda de Ella.
Ella es un ser obscuro y desconfiado, nació en el mismo momento en el que el entorno le dio a M y a Esperanza ese golpe fulminante, nació del dolor, la tristeza y de manera muy violenta.
Al principio no fue más que un montón de piedras que suavizaron la caída de Esperanza al fondo del abismo, y la protegieron con su coraza de la oscuridad que la rodeaba en ese frío lugar. Al ir saliendo de ahí, Esperanza fue dejando las piedras de lado, pero no sin antes, sin darse cuenta, dejar un pedazo de su brillante y puro corazón adherido a las piedras que la protegían, ya estaba sintiendo tanto dolor que no se dio cuenta de ese desgarramiento, pero Ella si lo sintió, y a raíz de ese montón de piedras y ese pedacito del corazón de Esperanza, Ella nació, y su misión era simplemente esperar dormida en el fondo del abismo esperando a que Esperanza volviera a caer para atraparla.
Pero el entorno empeoró.
Por un tiempo Ella estuvo dormida, sin ser perturbada, en ese tiempo, sin darse cuenta, el abismo que la rodeaba había perdido profundidad y poco a poco fue llegando su hora de despertar y comprobar el desastre que estaba por ocurrir.
M estaba frágil, aunque Esperanza peleaba ferozmente para continuar esparciendo la luz por todo el ser de la muchacha. Desde las sombras Ella pudo ver como poco a poco la luz se apagaba, y en un intento en vano, colocó una delgada coraza de piedras alrededor de M, para evitar daños, pero no duraron demasiado, puesto que la luz se seguía marchitando.
M y Esperanza estaban más débiles de lo que se creía, por eso delegaron a Ella hacerse cargo momentáneamente, lo cual hizo con prudencia por unos meses.
Lo que Ella y M no veían, era que Esperanza hacía trampa y trabajaba a escondidas pese a estar muy débil, con su luz iba bajando la muralla que Ella había colocado, de forma más sólida.
Esperanza estaba en vigía en la parte de la muralla que había quedado baja cuando el último y más fatal de los golpes fue dado a M.
Este golpe no sólo dejó hecho un caos el interior de M, sino dejó mortalmente herida a Esperanza. Ella estaba furiosa, y con el permiso de M, amarró a Esperanza de manos y piernas y la encerró en el fondo de un calabozo oscuro y frío, en la jaula más pequeña, junto a los demonios más peligrosos de M.
Y desde ese entonces Ella empezó a hacerse cargo de todo.
No me mal interpreten, Ella no es cruel, ni malvada ni uno de los demonios de M, de hecho, hasta la misma M llegó a rechazarla pensando esto, pero no es así.
Debido a las condiciones del nacimiento de Ella, era muy fría, directa y punzante, pero eso no significaba que sólo le traía a M tristeza y amargura, puesto que Ella era una maestra del disfraz y aprendía rápido, gracias al pedazo de corazón de Esperanza que latía en su interior, podía transmitirle a M toda clase de emociones, menos la esperanza amorosa sin cierta moderación.
Pero desde el fondo de su calabozo Esperanza no dejaba de doler, dolía de día, dolía de noche, dolía todo el tiempo, le mandaba visiones a M para que la sacara, para que volviera a creer, visiones que Ella trataba de disipar, pero sin importar lo herida que Esperanza se pudiese encontrar, su fuerza era increíble, y eso le causaba terror a Ella, pero sobre todo a M.
Así que le ordenó a Ella que la matara, que la extirpara de su ser, que se encargara de que no volviese a molestar, al escuchar esto Ella no pudo evitar temblar de terror. Ella sabía que matar a esperanza era matarse a sí misma, por más que se detestaran, la una sin la otra no podrían existir, así que le planteó a M un trato que luego llevó a consenso con Esperanza.
Dormirla.
Y hasta el sol de hoy, Esperanza sigue dormida.
Pese a los grandes obstáculos puestos por la misma mente de M, tales como inseguridades y miedos hacia su persona, ha logrado aceptarse como es, y aceptar que cada día tiene que ir creciendo, y que eso puede conllevar problemas y pruebas que está dispuesta a afrontar. Pero hace algunos años, cuando este rasgo de la personalidad de M no estaba tan bien desarrollado, Esperanza sufrió un golpe fulminante, estuvo a punto de ser mortal, y fue lanzada a lo profundo de un abismo de piedra negra y fría, del cual le costó inmensamente salir, y no lo hubiese logrado sin la ayuda de Ella.
Ella es un ser obscuro y desconfiado, nació en el mismo momento en el que el entorno le dio a M y a Esperanza ese golpe fulminante, nació del dolor, la tristeza y de manera muy violenta.
Al principio no fue más que un montón de piedras que suavizaron la caída de Esperanza al fondo del abismo, y la protegieron con su coraza de la oscuridad que la rodeaba en ese frío lugar. Al ir saliendo de ahí, Esperanza fue dejando las piedras de lado, pero no sin antes, sin darse cuenta, dejar un pedazo de su brillante y puro corazón adherido a las piedras que la protegían, ya estaba sintiendo tanto dolor que no se dio cuenta de ese desgarramiento, pero Ella si lo sintió, y a raíz de ese montón de piedras y ese pedacito del corazón de Esperanza, Ella nació, y su misión era simplemente esperar dormida en el fondo del abismo esperando a que Esperanza volviera a caer para atraparla.
Pero el entorno empeoró.
Por un tiempo Ella estuvo dormida, sin ser perturbada, en ese tiempo, sin darse cuenta, el abismo que la rodeaba había perdido profundidad y poco a poco fue llegando su hora de despertar y comprobar el desastre que estaba por ocurrir.
M estaba frágil, aunque Esperanza peleaba ferozmente para continuar esparciendo la luz por todo el ser de la muchacha. Desde las sombras Ella pudo ver como poco a poco la luz se apagaba, y en un intento en vano, colocó una delgada coraza de piedras alrededor de M, para evitar daños, pero no duraron demasiado, puesto que la luz se seguía marchitando.
M y Esperanza estaban más débiles de lo que se creía, por eso delegaron a Ella hacerse cargo momentáneamente, lo cual hizo con prudencia por unos meses.
Lo que Ella y M no veían, era que Esperanza hacía trampa y trabajaba a escondidas pese a estar muy débil, con su luz iba bajando la muralla que Ella había colocado, de forma más sólida.
Esperanza estaba en vigía en la parte de la muralla que había quedado baja cuando el último y más fatal de los golpes fue dado a M.
Este golpe no sólo dejó hecho un caos el interior de M, sino dejó mortalmente herida a Esperanza. Ella estaba furiosa, y con el permiso de M, amarró a Esperanza de manos y piernas y la encerró en el fondo de un calabozo oscuro y frío, en la jaula más pequeña, junto a los demonios más peligrosos de M.
Y desde ese entonces Ella empezó a hacerse cargo de todo.
No me mal interpreten, Ella no es cruel, ni malvada ni uno de los demonios de M, de hecho, hasta la misma M llegó a rechazarla pensando esto, pero no es así.
Debido a las condiciones del nacimiento de Ella, era muy fría, directa y punzante, pero eso no significaba que sólo le traía a M tristeza y amargura, puesto que Ella era una maestra del disfraz y aprendía rápido, gracias al pedazo de corazón de Esperanza que latía en su interior, podía transmitirle a M toda clase de emociones, menos la esperanza amorosa sin cierta moderación.
Pero desde el fondo de su calabozo Esperanza no dejaba de doler, dolía de día, dolía de noche, dolía todo el tiempo, le mandaba visiones a M para que la sacara, para que volviera a creer, visiones que Ella trataba de disipar, pero sin importar lo herida que Esperanza se pudiese encontrar, su fuerza era increíble, y eso le causaba terror a Ella, pero sobre todo a M.
Así que le ordenó a Ella que la matara, que la extirpara de su ser, que se encargara de que no volviese a molestar, al escuchar esto Ella no pudo evitar temblar de terror. Ella sabía que matar a esperanza era matarse a sí misma, por más que se detestaran, la una sin la otra no podrían existir, así que le planteó a M un trato que luego llevó a consenso con Esperanza.
Dormirla.
Y hasta el sol de hoy, Esperanza sigue dormida.